Miranda Intelligence’s Pulso Financiero
¿Por qué tanto interés por ser banco en México?
En esta edición inaugural de Pulso Financiero, analizamos uno de los temas de mayor trascendencia para el sistema financiero mexicano: el interés por parte de un numeroso grupo de fintechs de conseguir una licencia bancaria. Más allá del evidente atractivo de las utilidades récord del sistema (algo más bien coyuntural, derivado de las altas tasas de referencia), vemos en México un gran potencial de crecimiento, que un mayor uso de la tecnología combinado con las políticas públicas adecuadas, pudieran detonar. Reconocemos retos y preguntas abiertas de corto, mediano y largo plazo, pero consideramos que este potencial continuará atrayendo nuevos jugadores. En pocas palabras, para quien busque ser un banco, el momento de actuar es ahora.
Resultados récord: parte coyuntural, parte estructural, pero claramente atractivos
Las instituciones de banca múltiple mexicanas alcanzaron una utilidad neta conjunta de $273 mil millones en 2023, un nuevo máximo histórico, y 15% más que en 2022. En términos generales, el alto nivel de las tasas de referencia siguió siendo el principal impulsor de los resultados (los bancos mexicanos son asset sensitive: una mayor tasa de referencia provoca un mayor aumento en los ingresos por intereses, que en el costo de fondeo). Sin embargo, también es de reconocer el manejo prudente (demasiado prudente, podrían criticar algunos) del crecimiento de la cartera, que se refleja en una sólida calidad crediticia, con un índice de morosidad de apenas 2.1%. Ser un banco en México es un gran negocio.
¿Y es necesaria una licencia bancaria? No… pero sí
American Express solicitó la revocación de su licencia bancaria para unificar sus operaciones en una sola entidad legal (una sociedad anónima común y corriente); Nubank opera en México como una sociedad financiera popular (Sofipo), una figura con una mucho menor carga regulatoria, que aunque tiene igualmente un mucho menor monto asegurado por depósitos, le ha permitido lograr un crecimiento sin precedentes en los últimos meses. Entonces, ¿para qué ser banco? Vemos dos ventajas clave:
- Menor costo de fondeo: tal vez no sea tan relevante ahora como lo fue hace un año, antes de que empezara la guerra de tasas de las fintech, pero en términos generales, los bancos tienen acceso a financiamiento en mejores términos que otras entidades. Más adelante explicaremos por qué esto es más importante para segmentos distintos al consumo, en particular para las financieras que atienden a PYMEs.
- La posibilidad de ofrecer cuentas de nómina: cualquiera puede ofrecer créditos de nómina (¿recuerdan a Crédito Real?), pero sólo los bancos pueden manejar cuentas de nómina. La distinción no es menor: el banco que recibe los ingresos del trabajador tiene la mejor información, pudiendo ofrecer no sólo créditos de nómina, sino otros productos financieros gracias a mejores modelos de riesgo.
En ciertos segmentos, convertirse en banco es casi cuestión de supervivencia
Tras las múltiples quiebras de financieras no bancarias, el sub-sector sigue en la lista negra de muchos inversionistas. Racional o no, esta sequía relativa seguirá empujando a jugadores con un plan de negocios viable a buscar una licencia bancaria, que les brinde una fuente más estable de fondeo, así como un más amplio abanico de productos para sus clientes.
La necesidad de una mayor recaudación fiscal puede ser la chispa adecuada
Para nadie es novedad que mucha gente en México no tiene interacción alguna con el sector financiero, por los altos niveles de informalidad (que a su vez hace que para no pocos formales, la interacción se limite a retirar la quincena del cajero). Y si bien la administración de López Obrador no hizo cambio alguno en la regulación bancaria (y sólo la reducción en comisiones de las Afores, para el sector financiero en general), también es cierto que tampoco promovió cambios que incentivaran (o requirieran) el uso de medios de pago distintos al efectivo. Esto podría cambiar con la nueva administración: la Dra. Sheinbaum ha anunciado la creación de una Agencia de Transformación Digital, con el propósito explícito de obtener más ingresos para el gobierno federal, un objetivo cada vez más crítico ante un creciente déficit fiscal. La experiencia internacional muestra como este “empujón” gubernamental (nudge, en inglés) ha sido clave para acelerar la inclusión financiera.
El ruido político no ayuda, pero no es un dealbreaker
No es que queramos minimizar el tema, pero es importante recordar que, por el tamaño de su economía, México es un país que los jugadores fintech con visión de largo plazo de la región no pueden ignorar. Y si bien la fortaleza del estado de derecho es clave para el crecimiento económico, vale la pena también recordar que algunas de estas compañías se han forjado en países que han enfrentado sus propios momentos de elevada volatilidad política, como Nubank en Brasil, Mercado Libre en Argentina y Plata en Rusia.
La licencia bancaria por sí sola no es garantía de éxito…
Después de todo, también hemos visto quiebras de bancos. Es pronto para hablar de ganadores y perdedores, pero también es evidente que algunos de los jugadores fintech que ya tienen licencia se han visto eclipsados, por ejemplo, ante el abrumador éxito de Nubank en atraer depósitos. Por su lado, los bancos tradicionales enfrentan el doble reto de adaptar su oferta de valor, mientras protegen su rentabilidad.
…y necesita, con certidumbre, de mucha paciencia
En condiciones normales, la solicitud de licencia puede tomar al menos un par de años. Estamos, sin embargo, lejos de estar en condiciones normales. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores sufrió la salida de una importante cantidad de mandos altos y medios como consecuencia de los recortes salariales y restricciones de empleo futuro impuestas por la administración de López Obrador. Exacerbando esta situación, la Comisión debe no sólo resolver el mayor número de solicitudes simultáneas en su historia, sino también aprobar la separación funcional de Citibanamex, uno de los mayores bancos del país, de importancia sistémica. En pocas palabras, hay un importante cuello de botella regulatorio. Ante esto, reiteramos nuestra opinión de que los interesados en una licencia deberían sopesar detenidamente adquirir un banco existente (Mexican Banks: How to win?, Whitepaper, julio 2024).
Build vs Buy, o por qué conviene evitar ciertas filas
Al neobanco británico Revolut le tomó más de dos años obtener la licencia para incorporarse como banco – ahora le falta al menos otro año para recibir la autorización de inicipar operaciones. Bineo, de Banorte, invirtió más de US$150 millones en todo el proceso (abogados, consultores, tecnología, etc.), adicional al capital regulatorio, para que, con todo y su expertise, debiera igualmente esperar años para poder iniciar su operación 100% digital. Dadas estas experiencias, y el ya mencionado cuello de botella regulatorio, consideramos que la opción de adquirir un banco ya existente representa una opción atractiva. Si bien cualquier transacción también debe ser autorizada por CNBV (y habría que tener especial cuidado en caso de adquirir también una cartera de créditos relevante), el ya tener todas las conexiones con los participantes relevantes (SPEI, PROSA, e-global, VISA, Mastercard, American Express, Cecoban, etc., etc.) le daría al comprador un inside track en la carrera por la tan anhelada principalidad. ¿Cuánto vale un año de ventaja? Es una pregunta que más de un jugador se debería estar haciendo.
CONTACTO
Gilberto García
Partner and Head of Financial Advisory
gilberto.garcia@miranda-partners.com