Miranda Intelligence’s Pulso Financiero
¿Del G7 al D7 – pueden las fintech ganarle a los bancos?
En esta edición de Pulso Financiero, analizamos los resultados del sistema bancario mexicano para dimensionar, a grandes rasgos, las oportunidades de los nuevos jugadores fintech. ¿Qué tan cierto es que, gracias a su mejor estructura de costos, pueden no sólo ganarle participación de mercado a los bancos, sino también contribuir a mejorar a la inclusión financiera?
Encontramos que las fintech tienen la capacidad de ofrecer tasas más atractivas para los depósitos a la vista, un claro beneficio para los clientes ya bancarizados. Sin embargo, atraer a los consumidores informales será más complicado sin incentivos (o requisitos) gubernamentales. Por otro lado, para ofrecer créditos a menores tasas de forma sostenible, las fintech primero deben demostrar que pueden mantener niveles de riesgo crediticio relativamente estables – una tarea que consideramos sigue pendiente. Conforme esto se logre, y los gastos operativos se normalicen, esperaríamos una mayor competencia en precios.
¿Cómo gana dinero la banca mexicana?
En 2023, el sistema bancario tuvo un año récord, como se describe a continuación:
Fuente: CNBV. Cifras en millones de pesos.
Del resultado neto, el 81% fue generado por el llamado “G7”, los siete bancos más grandes.
Entendiendo mejor los ingresos financieros
Un dato inicial clave para entender la dinámica del sistema bancario es que sus principales clientes de hecho no son los consumidores: el 59% de la cartera está destinada a empresas y gobierno, mientras que sólo el 21% se enfoca en el financiamiento al consumo, que es el principal objetivo de las fintech.
Aunque los créditos de consumo ofrecen tasas de interés más altas, también son más riesgosos y tienen mayores costos operativos, lo cual se refleja que, al menos hasta ahora, la competencia no ha sido basada principalmente en precio, sino en servicio: las fintech, por lo general, han logrado ofrecer una mejor experiencia para el usuario, tanto por una mayor simplicidad (en parte, podría decirse, por una menor carga regulatoria, pero también por una mejor app), así como por una más amplia disponibilidad, prestándole a clientes que la banca tradicional ha rechazado, aunque con montos inicialmente bajos.
Entendiendo mejor los gastos por intereses
Los bancos se fondean primordialmente con depósitos, manteniendo una razón de 95% de préstamos entre depósitos, de los cuales la mayor parte (73%) son a la vista. Sin embargo, las proporciones se invierten en lo referente a gastos por intereses: los depósitos a la vista fueron sólo el 17% del total, mientras que los de plazo representaron el 23% (otros instrumentos, como reportos y derivados, también fueron relevantes, con 25% y 21%, respectivamente). La razón detrás de esta diferencia es clara: los depósitos a la vista reciben una muy baja retribución, con un costo promedio de menos de 3% para el sistema, comparado con 11% para los depósitos a plazo.
Interesantemente, observamos una importante diferencia entre instituciones: BBVA, que tiene la red más grande de sucursales, paga apenas el 1.5% en promedio, mientras que Banorte y Santander, que compiten más por depósitos corporativos, pagan 2.6% y 3.4%, respectivamente. Los datos de la CNBV no dan el desglose, pero es razonable suponer que estos porcentajes bajos en realidad reflejan el hecho de que, en su mayoría, sólo los depósitos corporativos reciben intereses, mientras que los consumidores, no. Caso aparte es el de Inbursa, que pagó casi 10% a todos sus depósitos a la vista, con una importante salvedad: la cuenta Inbursa CT paga 100% de CETES al saldo promedio a la vista, pero cobra una comisión mensual de poco más de $300. Esto implica que el usuario promedio debe mantener un saldo promedio mensual de $40,000, monto elevado para la mayor parte de los usuarios de la banca.
¿Podrían los bancos pagar más por los depósitos a la vista? En pocas palabras: no, no mucho. Tomando el caso de BBVA, en 2023 pagó $21 mil millones por depósitos a la vista, y tuvo una utilidad antes de impuestos de $121 mil millones. Si BBVA hubiera pagado el mismo 10% que pagó Inbursa, su utilidad hubiera virtualmente desaparecido. Banamex, que tiene una participación de mercado en depósitos históricamente alta, pagó apenas 1.7%; su punto de equilibrio (donde la utilidad es CERO) está en 5.5%; si pagara 10% registraría pérdidas netas consistentemente, quebrando en unos cuantos años. Simple y sencillamente, con su estructura de ingresos y costos actuales, a la banca mexicana le es matemáticamente imposible pagar más por depósitos a la vista.
Entendiendo mejor las provisiones
En 2023, la banca destinó $150 mil millones a provisiones: el gasto que estiman les representarán los préstamos que no serán pagados. Aunque estas provisiones representan apenas el 2.2% de la cartera total, hay dos factores importantes a considerar:
1) La utilidad neta es altamente sensible a este concepto: las provisiones representaron el 41% de la utilidad antes de impuestos. Para ponerlo en perspectiva, si hubieran sido del 7.6% de la cartera —cifra elevada, pero no estratosférica— la banca no habría tenido utilidades.
2) Bancos más enfocados en el consumo, como Azteca, Coppel y Compartamos, tuvieron provisiones de alrededor del 10% de su cartera (con, evidentemente, diferentes estructuras de ingresos y costos que les permitieron ser rentables).
En resumen, las provisiones, aunque pequeñas en proporción a la cartera total, tienen un peso importante en las utilidades y varían según el tipo de banca y su enfoque de negocio.
Entendiendo mejor las comisiones
Las comisiones son un componente menor de los ingresos, pero no dejan de ser importantes. Los datos de CNBV no permiten mucho análisis, pero lo reportado por los bancos indica que la mayor parte se debe a servicios de banca electrónica, así como comisiones por préstamos y tarjeta de crédito.
En el caso de las fintech muchas renuncian a algunos de estos ingresos como parte de su oferta (e.g., tarjetas de crédito sin anualidad). Sin embargo, en estos casos, su enfoque también hace que conceptos como las comisiones de intercambio (generadas cuando los usuarios usan su tarjeta de crédito) sea más relevante. Para Nubank, por ejemplo, estas comisiones representaron 24% de los ingresos netos.
Entendiendo mejor los gastos de operación
Después de los ingresos por cartera, la segunda línea más grande en los resultados de la banca corresponde a los gastos administrativos, de $467 mil millones en 2023, igual al 48% de los ingresos, un cálculo conocido como “índice de eficiencia”. Entre los bancos del G7, observamos variaciones importantes: del 25% de Inbursa, que tiene muy pocas sucursales, al 67% de Banamex, que tiene muchas y muy grandes (aunque también importantes gastos temporales por su escisión). El banco más grande, BBVA, reconocido por su escala y eficiencia, tuvo 32%. Fuera del G7, los tres bancos enfocados al consumo tienen índices notablemente más elevados, debido a sus esfuerzos de promoción y cobranza: Azteca de 73%, Coppel de 56% y Compartamos de 60%. Por otro lado, es importante señalar que estos gastos hacen posible la red de cajeros automáticos de la banca, un importante diferenciador respecto a las fintech, debido a la importancia que el efectivo sigue teniendo en México y que, un tanto irónicamente, le sirve en parte como barrera de entrada a la banca tradicional.
Es difícil comparar con jugadores fintech, dado que se encuentran en etapas de crecimiento acelerado, con gastos como emisión de tarjetas temporalmente altos. Sin embargo, una referencia útil podría ser Nubank, que tuvo un índice de eficiencia del 30% consolidado en el segundo trimestre de 2024, que lo colocaría en una clara posición de ventaja frente a los competidores enfocados en consumo. Sin embargo, este nivel todavía no es alcanzado en el país: en el mismo periodo, Nu México tuvo gastos operativos por $780 millones, equivalentes al 93% de sus ingresos netos. Es de esperarse que dicho indicador mejore conforme el negocio madure (tendencia ya vista en Nu Brasil), pero mientras no se llegue a ese punto, competir en precio resulta más complicado.
CONTACTO
Gilberto García
Partner and Head of Financial Advisory
gilberto.garcia@miranda-partners.com
CONTACTO DE MEDIOS
Saúl Sánchez
Analista Senior, Miranda Media