- Han transcurrido los primeros diez días de las campañas a la presidencia. Sin duda alguna, uno de los temas sobre los que se ha centrado la discusión ha sido el energético.
- En el contexto de la reciente declaración del economista en jefe de Citigroup para Latinoamérica sobre que Pemex representa el mayor riesgo para las finanzas públicas del país en el corto plazo, los candidatos han delineado las bases de su política energética para el próximo sexenio.
- Claudia Sheinbaum, la candidata puntera, busca como conciliar la visión del Presidente de la República sobre la preeminencia de las empresas públicas generadoras de energía y la necesidad de vincular al sector privado en la generación de inversión.
- La dirigencia de MORENA y el propio ejecutivo federal se subieron los últimos días a la discusión para defender a su candidata.
- Mientras que Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se enfrascaron discutir a quién se le había ocurrido primero la propuesta de cerrar refinerías contaminantes.
Claudia Sheinbaum: la palabra clave es confianza
Sin duda, el tema energético ha sido uno de los aspectos que mayor interés y expectativa han generado sobre Claudia Sheinbaum. La gran interrogante ha sido si continuará en la línea de las políticas de este sexenio que han ido en la línea de dar prioridad a PEMEX y CFE aún a costa de las finanzas públicas, o si bien hará honor a su perfil académico y científico, aunado a su experiencia como miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que en 2007 obtuvo el Premio Nobel de la Paz”.
Desde el primer día de campaña, en su mensaje desde el Zócalo, enunció los 100 compromisos de su gobierno. Ahí habló de soberanía energética y de otorgar apoyos financieros a Pemex, pero impulsando la transición energética mediante la inversión privada, en específico en lo relativo al uso de energías renovables, como, por ejemplo, plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde.
Si bien aún no se detalla cómo se llevará a cabo este esquema de inversión, lo cierto es que pareciera que su intención ha sido la de generar confianza, mostrando que su gobierno cree en el valor que el sector privado puede ofrecer. “Se permite la participación de empresas privadas de forma razonable, dentro del marco de la ley, y sin que se debilite a la CFE de forma deliberada ni se ponga en riesgo la seguridad energética del país; para ello, se definirán esquemas claros de inversión privada en el sector”.
Xóchitl Gálvez: Innovamos o morimos
Xóchitl Gálvez habló de transformar Pemex a Emex (Energías Mexicanas), empresa que, además de extraer petróleo, se enfocaría en producir electricidad a través de la cogeneración y la geotermia. En su mensaje señaló:
“Con esto, México va a reducir sus emisiones al dejar de quemar metano y producir combustibles y electricidad limpia y así cuidar la salud de los mexicanos y de nuestro planeta, volviéndose una empresa rentable ya que dejará de ser un riesgo para las finanzas públicas…todas las petroleras del mundo se están transformando, todas las petroleras del mundo están innovando, o innovamos o morimos, no tenemos de otra”.
Pero el punto que generó mayor discusión pública fue su anuncio de que cerraría las refinerías de Cadereyta y Tampico en los primeros 6 meses de su Gobierno. En específico, se refirió a los efectos en el ambiente, salud pública y mortalidad que causan ambos centros. Anunció que los trabajadores no verían afectados sus derechos laborales y que trabajará con los habitantes de ambas ciudades para que las nuevas empresas sean 100% sustentables. Sin embargo, aseguró que de llegar a la presidencia de la República no cerrará la refinería de Tula, enfocándose a su modernización.
Jorge Álvarez Máynez acusa plagio de sus propuestas